Pelar las naranjas de manera que quede lo menos posible de la parte blanca de la cáscara. Luego cortarlas en tiritas bien finitas y cocinarlas con agua y sal hasta que estén tiernas. Colar y enjuagar. Medir con una taza, las partes: 1 parte de cáscaras sin lo blanco ya hervidas 1 parte de azúcar 1 parte de jugo de las naranjas y /o el pomelo

Colocar en una olla y cocinar estos ingredientes (las cáscaras, el azúcar, el jugo) y algunas semillas para que larguen la pectina natural. Cocinar desde el momento que empieza a hervir y durante 40 minutos en fuego suave. Mientras, cada tanto revolver con cuchara de madera, cuidando la cocción. Pasados los 40 minutos, agregar el jugo de un limón y seguir la cocción hasta lograr la consistencia del dulce. Para esto se recomienda cada 5 minutos, ir probando en un platito un poco de la preparación y volcar para ver si se desliza demasiado. Poner en frascos previamente esterilizados y dejar enfriar. Tapar. La combinación perfecta: tostadas, queso blanco y dulce de naranjas.